La procesionaria del pino, es la oruga de una mariposa nocturna llamada Taumathopea pytocampa. Al inicio de la primavera las orugas salen de los nidos situados en las hojas de los pinos, donde unos meses antes las hembras depositan los huevos fecundados.
Cuando comienza a aumentar la temperatura, al inicio de primavera, las orugas comienzan una migración que les lleva desde lo alto de los pinos a buscar un sitio donde enterrarse y continuar su metamorfosis hasta convertirse en mariposas. En ese viaje se trasladan en largas filas que le dan su nombre.
Estas filas de orugas llaman la atención de nuestros perros que incautos las cogen con la boca, las olisquean o las lamen.
Intoxicación
Los pelos de las orugas están conectados a una ampolla con una potente toxina. Si un pelo se clava libera la toxina que provoca rápidamente inflamación de la zona, generalmente la boca pudiendo afectar a la lengua los labios o la mucosa oral. Si no se trata a tiempo, la lesión puede derivar en úlceras o necrosis de esos tejidos. Incluso en casos más graves puede dar síntomas generales que lleven a edema laríngeo, coagulación intravascular diseminada y muerte.
Los síntomas más habituales son nerviosismo, agitación, salivación, el animal se toca la boca con las patas, la lengua comienza a inflamarse y no le cabe en la boca.
¿Cómo actuar?
Si nuestro perro se ve afectado, es importante la actuación veterinaria temprana para poder lavar la zona y aplicar el tratamiento antiinflamatorio y antibiótico adecuado para prevenir al máximo el desarrollo de las lesiones.
Prevención
Lo más recomendable es alejarse de zonas de pinos en esa época del año y en caso de detectar los nidos en los árboles tomar las medidas necesarias para eliminarlos.
