Las perras tienen aproximadamente un periodo fértil cada 6 meses aunque esta cifra es muy variable según cada individuo. En ese periodo que llamamos comúnmente celo, hay una primera parte llamada proestro en el que la perra comienza a mostrar cierto sangrado vulvar y dura de media unos 9 días en los que la hembra rechaza la monta. El siguiente periodo, llamado estro se caracteriza por el cese del sangrado y la aceptación del macho. Es en el estro cuando se produce la ovulación y es en ese momento cuando es más importante la monta o la inseminación para lograr fecundar con éxito. Si deseamos criar con nuestra perra recomiendo hacer unas sencillas citologías previas para poder aproximar al máximo el momento correcto para la monta.
La gestación de la perra dura de media 63 días, aunque es una cifra variable en cada animal. A partir del día 45 recomiendo hacer una radiografía para confirmar y a calcular el número de fetos. Cuando los cachorros están preparados se desencadena el parto. La madre suele mostrarse inquieta las horas anteriores, puede jadear o mostrar signos de dolor durante la dilatación. Comienzan las contracciones y los pujos y si todo transcurre sin problemas en unas horas comienzan a salir los cachorros uno a uno. Tras cada cachorro, se expulsa la correspondiente placenta que habitualmente se come la madre que con sus lamidos limpia y estimula la respiración de los recién nacidos.
Una vez terminado el parto, la madre se muestra tranquila y amamanta a las crías. Son muy importantes las primeras 24 horas de amamantamiento porque la secreción de las mamas no es leche sino calostro, rico en inmunoglobulinas con las que la madre transfiere inmunidad a los cachorros y les protege de enfermedades las primeras semanas. Limpiamos con povidona yodada el ombligo de los perritos y los dejamos disfrutar del contacto y el calor de su madre.
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